Frases - Tarou Okamoto

 
Taro Okamoto fue un pintor, escultor, poeta, director de cine, arquitecto y diseñador japonés que trabajó en una gran variedad de campos. Nació el 26 de febrero de 1911 y murió el 7 de abril de 1996. 
 
Taro Okamoto desempeñó un papel importante en la escena artística estadounidense de posguerra y es conocido como uno de los pioneros del movimiento de pintura de acción.

Taro Okamoto se caracterizó por el uso de líneas fuertes y colores vivos para representar la naturaleza y la existencia humana. 
 
Su obra muestra la influencia del expresionismo abstracto europeo y estadounidense. También sostenía la creencia de que "vivir es arte" y continuó persiguiendo la autoexpresión durante toda su vida.

Entre las obras representativas de Okamoto Taro se encuentran la Caricatura de pájaros y bestias, la Torre y la Torre del Sol. 
 
Sus obras ocupan un lugar importante en el arte contemporáneo.
 

 
 
 
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1.
 La gente suele decir: "Puedes hacerlo porque tienes talento, porque eres Taro Okamoto, así que es difícil para la gente corriente".
Eso no es cierto.

No puedes hacerlo porque no quieres.

Eso es todo. 
 

2.

 Mira, cuanto más asustado estás, más te sumerges hacia atrás.
 
 
3.
 
Si lo mantienes puro, pensando que no pasa nada si no lo captan, al contrario, captarán esa autenticidad.
 

4.

El arte es una explosión.

5.

Para mí, olvidar es algo maravilloso.

No se trata de perder, sino de olvidar, te mantiene fresco.





6. 

¿Qué es exactamente el éxito para un ser humano?

Al fin y al cabo, es lo mucho que te has desafiado a ti mismo, lo mucho que has trabajado para alcanzar tus sueños.


7.

La confianza no debería ser un objetivo.

Ni tú tampoco.

La confianza es lo que la gente busca en ti.


8.

Puedes cantar tu propia canción tanto si los demás se ríen como si no.


9.

No eres el único que se siente solo.

Todos los seres humanos se sienten solos.


10.

El camino que es peligroso es siempre el camino por el que quieres ir.

Realmente quiero ir por ese camino.

Es peligroso, por eso merece la pena vivir.


 

 



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